viernes, 11 de junio de 2010

.:.Contando Ovejas.:.


Empezamos con los moviles tamaño cuartilla que a nadie le entraban por el ojo pero al final todo el mundo entró al trapo. No servían para nada, la gente se enteraba de tus conversaciones en mitad de la calle y eso no era ético ni moral, era mucho más barato hablar desde el fijo de casa, pero esas ideas se fueron desvaneciendo a medida que encontrabas a más y más personas con el invento. Caemos en la tentación. Por si fuera poco y no tuviéramos suficiente con nuestro troncomovil apareció el movil tamaño uña a quien todo el mundo se quiso arrimar. Luego vinieron los portátiles, la gran mayoría tenía su ordenador en casa, pero resultaba más divertido y más moderno tener un portátil para ponerte en mitad de la calle a fanfarronear de cacharro. Luego llegaron las redes sociales, quien no estuviera en el messenger no era una persona normal, ahora ya han pasado a otro grado y con distintas finalidades, para buscar trabajo, pareja, amigos, hacer dinero, para investigación, sexo, drogas, rock and roll.. hay redes sociales para todos los gustos y colores y al menos como mínimo por mucho que critiquen, al menos en una está una apuntá. ¿me equivoco?
Luego está el mp3, el Ipod, el Iphone, el Ebook por no hablar de las nintendo DS, jfk, opq, rst, o la play station, la wii, la termomix y ya cosas que no sé si quiera cómo se llaman pero no pasa nada.
Yo me he apuntado al carro del movil ah y el facebook me parece de lo más tonto pero ahí estoy con mi cuenta, porque mis amigos están porque está bien para encontrar amigos que le había perdido la pista, y eso que no me entero todavía de ná... por el motivo que sea pero al final he picado y eso que no quería.

El caso es que esto me recuerda a que el ser humano tiene un instinto borreguil que no le cabe en el cuerpo y por mucho Homo sapiens que sea, hay veces que berrea cual oveja en el campo. Pero es así, cuánta gente hay que por el precio de un Ipod comería durante todo un mes. Así somos los humanos, tentamos a nuestra curiosidad, complacemos a nuestro instinto borreguil mientras otros no tienen ni para agua. Nos hemos convertido en algo que no éramos. Antes todo el mundo tenía un coche modesto pero ahora, no se llega a final de mes con tal de tener un pedazo de carro que chupa más gasolina que una aspiradora detrás de hansel y gretel. No nos falta ni un perejil, hemos hipotecado nuestras vidas modestas hasta el punto de haber pedido más de lo que tenemos. Nos estamos convirtiendo en el niño mimado que todo lo quiere y que nada le basta. Reconozco que exagero un poco, pero antes no pasaba nada por quedarte sin ver una película en el coche. Son nuevas y estupendas comodidades que son maravillosas pero que se puede prensindir de ellas. Aunque ahora que lo pienso.. quién soy yo para criticar, si estoy agregada al facebook yo que tanto lo he criticado, tengo un blog, yo que tanto lo criticaba y mi móvil tiene menos perfil que un folio de los chinos.
¡Vamos Borreguillos cantemos nuestra canción!
Beeeeeeeeee Beeeeeeeeeee

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