Al fin algo en la tele que no sean pelíulas malas con un montón de anuncios que cuando decides continuar con ellas no te acuerdas de qué era lo último que había pasado y pierdes el hilo porque estás hasta las narices de que te laven el cerebro operadores telefónicos que te dicen que no vas a pagar ni un duro llames a quien llames, o mejor aún compañías aseguradoras que cuando te dicen lo que vas a pagar por el seguro del coche, te descojonas de la risa. Y tanto que te ríes¡ pero por no llorar.
En fin, a lo que iba, que ayer una cadena emitió más de dos horas seguidas de música en directo y para una vez que pasa eso, y estás en casa, no está de más verlo. Estuve viendo el concierto de Alanis Morrissete que aunque no es mi plato fuerte se sumó a la causa. Después al entrañable Loquillo, Neil Young, Manolo Garcia, Lenny Kravitz... con 22000 vatios de sonido y no sé cuántos metros cuadrados, cinco días de música en directo por una buena causa. No está mal.
Cuando vi el concierto de Amy Winehouse de Lisboa, que también lo retrasmitieron, vaya decepción, no sé cómo permiten que una persona haga eso y no te devuelvan el dinero de la entrada.
Empezaron en el 85 en Brasil, época en que el país vivía un apogeo enorme por la elección el nuevo presidente y ese mismo año, con su primicia y propuesta, se sumaba como escenario internacional de los grandes eventos musicales, actualmente nuestro país se une a la tradición, demósle una oportunidad.
Pd. el cartel muy triunfito.
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